Maria Vancells

Ni miedo, ni pereza, ni vergüenza

En el fluyendo me andaba
yo cuando vinieron las ansias
muy ansiosas.

¿Cómo se llama? Andaban diciendo.
¿Para qué sirve? Andaban dudando.

Dejé que dudaran entre sus ansias,
las puse a un ladito así dudosas
y seguí avanzando en mi fluyendo,
avanzando caminos seguí tejiendo.

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